EL TORO DE ORO COTU
Ni bien llego Aragón al sitio
adecuado, empuño su machete y se puso a cortar leña. Es eso cuando de repente
vio un toro, grande, de color barroso. No se espantó el leñador, y más bien
observó atento al animal, él que también lo miraba, Al cabo de un momento, y
con gran asombro del lugareño, el toro le hablo y le dijo:
-Mírame
que soy tu fortuna.
-¿Mi
fortuna? ¿Cómo así?
-Sí,
pero antes debes prometerme que no contaras nunca a nadie que me has visto. Si
lo haces, no me encontraras nunca.
Perplejo
y curioso, el campesino dijo:
-Sí,
lo prometo.
Entonces
el toro le dijo:
-En
cada luna llena me traerás azúcar blanca, y a cambio tomaras un parte de mi
cuerpo y la llevarás contigo, y se convertirá en oro en cuando llegues a tu
casa.
El campesino asintió, y dejando la
leña para otro día, tomo una parte del toro. Uno de los cuernos del animal. Y
éste se fue por el monte y el hombre retorno a su vivienda. Comprobó entonces
que, en efecto el trozo de cuerno se había convertido en oro. “Maravillado”,
resolvió sin embargo no revelar aun el prodigio a su familia.
El leñador regreso por cierto a cotu
en la siguiente luna llena, y en las que vinieron más adelante. Y en cada
ocasión tomaba otro pedazo del cuerno hasta terminar con esa parte del animal.
Y vendiendo de oro comenzó a comprar muchas cosas, algunas muy lujosas. Y a
divertirse a lo grande. Comenzó también a beber en exceso, y fue así como se
olvidó de la promesa, y contó a su familia, y después a sus amigos, que tenía
fortuna en el cerro oro cotu.
A la luna llena siguiente acudió,
como antes, a aquel sitio. Pero el toro lo recibió en silencio muy molesto, y
al poco tiempo empezó a correr. En este instante el hombre sintió que le salía
sangre por la nariz, pero a pesar de ello también se echó a correr tras el toro
para ver donde se iba el animal. Alcanzando a ver lo lejos. En el paraje llamado Shirapocu,que se
encontraba en el socavón de una mina abandonada, para no reaparecer más.
El leñador regreso a su morada
perdiendo mucha sangre. Contó a sus familiares todo lo sucedido, y en especial,
cuál era el origen exacto de la fortuna que había derrochado. Después murió.
Desde entonces el ganado que llega a
pastar en aquel lugar del cerro oro cotu. También muere. Y en las noches de
luna llena aparecen por allí carneros muy blancos, de grandes cuernos y vellón
muy largo, a tomar agua en el riachuelo que pasa cerca del paraje donde se
mostraba el toro. Y en las noches de luna nueva arden candelas en la boca de la
mina abandonada.
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